lunes, 22 de febrero de 2010

Obsesión [Capítulo 5]

Habían pasado un a semana desde que me había torcido el tobillo. Ya estaba mucho mejor pero aún no podía correr en educación física, era fome estar sentada todo el rato, no hacía nada en especial y cuando quería alcanzar a alguien en el pasillo tenía que gritarle como si fuera el fin del mundo lo que hacía asustar al que me dirigía. Mis amigas ya estaban acostumbradas a mis gritos.

--- Caroline – Pamela aún no creía que me había caído del caballo. Ella no me creía ni una sola palabra y sabía que algo sucedía.
--- Te digo que me caí del caballo – le expliqué – lo que pasa es que me subí al más chucaro – me reí.
--- Sé que no te caíste de ningún caballo y que me estás escondiendo algo… – Solté un suspiro cuando Heidi nos interrumpió.
--- ¡Hey chicas! ¿Qué hacen?
--- Conversamos…
--- ¡De qué! – Le interrumpió Heidi a Pamela.
--- De la camioneta de Cristian – Pamela me miró de reojo.
--- ¡Oh! – Heidi se sentó en la mesa – Mmm... Caroline… – se mordió el labio pensativa – Deberías hablar con Cristian – sacó de su bolso una cámara digital, la prendió y me la mostró. En una de las fotos estaba Cristian con una chica ¡Y la estaba abrazando! Sentí una especie de cosquilleo en mi estomago, calor por todo mi cuerpo y lágrimas asomándose por mis ojos. Pestañeé con fuerza y tres lágrimas rodaron por mis mejillas, se me salió una risa histérica, las chicas me miraron como si yo estuviera loca o al menos así lo interpreté yo.
--- Ah… Caro ¿estás bien? – Preguntó Heidi preocupada – No debí…
--- ¿Bien? – La interrumpí, luego las palabras salieron atropelladamente – ¡Cómo se te ocurre preguntarme si estoy bien! ¡Claro que lo estoy! Algún día tenía que pasar esto ¿no? Cristian es mi amigo, estoy extremadamente feliz por él y espero que sea muy… – El nudo de la garganta apareció sin previo aviso y las palabras que seguían la frase se ahogaron. Heidi y Pamela me miraron estupefactas por mi reacción – Ah… yo… – suspiré – le de deseo lo mejor.
--- Entonces… te deseo suerte – Pamela miraba hacia la puerta con la boca semiabierta. No le pregunté solo miré.

Me acerqué despacio hacia la mesa que estaba junto a la salida o entrada –como sea– no logré llegar, pasé de largo y mirando en algún lugar. Me dirigí a mi casillero, con mi dedo índice toqué el calendario, lo dirigí a la fecha en que estábamos, miércoles 9 de diciembre 2009, se me hizo un nudo en la garganta y la voz de alguien me sobresaltó.

--- ¿Estás bien? – Preguntó. Su cara mostraba una mezcla de confusión, culpabilidad, ansia, ternura, preocupación… – Yo… debo… darte una explicación…
--- ¿De qué?
--- De… Bueno, es que yo… Pues…
Le corté la frase – ¡Deja de darle vueltas al asunto! – Me miró con sus ojos confundidos y abiertos como platos.
--- Estoy con una… chica – bajó su vista – Perdón por no haberte dicho.
--- ¿Por qué me pides perdón? No necesitas que te disculpe, no hiciste nada malo ¿o si? – Hice una pausa – Aunque sí que debiste habérmelo contado, debí de ser la primera… ¿¡Es que no sabes que yo…!? – ya no pude hablar, temblaba de ira, ¿acaso era rencor lo que sentía por esa chica? Que estupidez… mi corazón latió con fueraza al no abstenerme, me lancé encima de él y le dí un beso apasionado, el cual fue correspondido por un fugaz instante, luego me apartó con violencia y me miró con odio, nunca le había visto así.
--- ¡Basta! – Gritó con furia – ¡Tú sabías lo que yo sentía por ti, aun siento muchas cosas, y ahora que trato de olvidarte porque tus rechazos constantes me dolían mucho! ¿Tú… me besas?
--- Es… ¡TE AMO! – mi respiración era irregular, mi corazón seguía latiendo y peor, mis manos sudaban y sentía un escalofrío en mi espalda – Por favor… – susurré – termina con ella…
--- ¡Basta! – volvió a decir en un susurró – Siempre tú ¿no es así? – lo miré sin entender nada de lo que decía, me percaté que a nuestro alrededor se había acumulado mucha, mucha gente – dejaré de ser tu títere – la palabra títere llamó mi atención por completo.
--- ¿Títere?
--- Sí, me manipulas como quieres pero eso se acabó, ya no más… – comenzó a caminar, su cuerpo me rozó y en un acto instintivo me abracé, se detuvo y se volteó – ¡Ah! Un consejo… no vuelvas a decir que eres mi amiga… – las palabras salían de sus labios con tanta facilidad. ¿Era cierto? Él… ¿se había atrevido a seguir hablando aún cuando medio mundo estaba mirándonos? ¿Era Cristian el que hablaba? – No me busques, que bien que ya abrí los ojos – todos me quedaron mirando, escuche a algunas personas decir ¡fuera, ya se acabó el espectáculo! Eran mis amigas. Lo que más me dolió fue que dijo que ¿ya no era mi amigo? Eso fue como un balde de agua recién sacado del frigorífico, lleno de piedras y espinas también.
--- Vamos… – Rebeca me abrazó por la cintura con suavidad y me dio un leve apretón de aliento, entonces comenzamos a caminar.


Nadie habló nada en mi casa, las chicas y yo estábamos mirando TV cuando entró Débora riendo con su amorcito, ese tipo ya me estaba dando mala espina y quería que mi hermana se alejara de él, sabía que si le decía a Débora lo que pensaba ella creería que yo estaba celosa y no me haría caso además de no hablarme como en un mes.


[TERCERA PERSONA]

¿Por qué lo hice? Soy un tonto, la herí, vi en sus ojos como estaba por dentro, mis palabras fueron como cuchillas recién afiladas, la herí, la herí… se decía Cristian mientras manejaba a casa de Caroline, tenía en mente disculparse y confesarle que no podía separarse de ella, que la amaba, si ella no lo quería no le importaba, prefería tenerla siempre cerca, aunque fuera como amiga.

Un Mercedes Benz rojo lo adelantó y frenó en la puerta de la casa de Caroline, Cristian bajó la velocidad y se estacionó detrás del auto.

--- ¿Y tú quién eres? – Preguntó Gastón.
--- Pues lo mismo me pregunto yo – dijo Cristian.
--- No te interesa
--- Pues tampoco te interesa saber quién soy yo – Contraatacó Cristian.
--- Será mejor que te vayas – Gastón estaba que echaba chispas.
--- ¿Y si no quiero?

Gastón apretó su mandíbula y sus manos se cerraron. Cristian tocó el timbre y al instante abrió la puerta Caroline. Los dos la miraron con gran detenimiento, ella tenía una minifalda color rosa, una polera descotada y bien ajustada a su cintura de color blanco crema, su pelo estaba suelto y sedoso, llevaba unas sandalias con lentejuelas de varios colores y estaba pintada muy sensual. Gastón tenía una mirada de deseo y Cristian tenía una mirada de culpabilidad.

Caroline… Pensaba Cristian Yo… perdón, no sé como pude decirte todo eso… te aseguro que no estaba pensando… esa chica… terminé con ella por ti… tú me lo pediste…

--- Hola Caroline – le dijo Gastón con la sonrisa que a Caroline no le gustaba.
--- Hola… - Caroline miraba asustada a los chicos, no sabía que hacer, sus recuerdos y pensamientos estaban revueltos.
--- Caroline… necesito hablar contigo – Cristian quería patearle el trasero a Gastón pero no lo hacía por Caroline.
--- Ah… ¿Qué es lo que quieren? – Preguntó confundida.
--- Hablar contigo – dijeron al unísono.
--- Ah… – el corazón de Caroline latía con fuerza. Por una parte quería cerrarle la puerta a los dos, pero por otra quería hablar con ambos.

[PRIMERA PERSONA]

No sabía que hacer, quería hablar con los dos pero no me atrevía y la única palabra que me salía era ah…

--- Caroline –dijo Cristian con una expresión llena de arrepentimiento. Yo estaba a punto de llorar.
--- Estoy ocupada, será en otra ocasión – les cerré la puerta. Suspiré y me puse a llorar. Sentí que los dos motores se encendían afuera y se largaban. Tomé un vaso de agua, no me servía, intenté ver televisión pero no funcionó, encendí la radio pero tampoco me distrajo mi CD favorito, el que me había regalado Cristian, no había sido una buena idea ponerlo.

Estaba sola en casa, papá había salido sin avisarme y Débora solo había venido a cambiarse de ropa. Cristian… Suspiré. Me sobresalté al escuchar el timbre nuevamente, me enjugué las lágrimas y fui a abrir.
--- Cristian… – ahora sí que casi estalló mi corazón.
--- Lo que hice no tiene nombre… yo… – hizo una pausa bastante larga, creí que no iba a hablar más y por eso el nudo en mi garganta salió a flote – terminé con ella… por ti… perdóname… – cuando me decía todo eso miraba al suelo, pensé que no quería decirme todo eso… pero cuando levantó la vista lo vi todo… decía la verdad, sus ojos eran verdaderos, tan sinceros que me puse a llorar a mares – Caroline… ¿Estás bien? Perdón, no llores… pídeme lo que quieras pero no llores, por favor – las palabras salían atropelladamente de su boca, lo abracé y él hizo lo mismo.
--- Cristian – pude conseguir apenas, era frustrante oírme sollozando, las palabras se me cortaban, estaba peor que Chilindrina – no… debis… te… terminar con… ella.
--- Tú me lo pediste…
--- Lo siento… – tomé una gran bocanada de aire y dije Te quiero.
--- Yo también – me agarró el mentón, me miró a los ojos, se acercó lentamente a mis labios y me besó…

Otro Premio



Reglas:
1- Agradecer al blog que te lo dio.
agradesco este premio a popcorn, este es mi primer premio o Gracias Popcorn por este premio encantador, jajaja, es el primero
2-Pregunta: ¿Te has ahogado alguna vez en las profundidades de sus ojos?

Claro que si, pero eso fue hace mucho
3- Se lo teneis que dar a 5 blogs que logren sumergiros en un mundo de pasión y aventuras.

Premios

Gracias a Romina (http://www.pasionyescritos.blogspot.com/) que me dio estos premios